¿Una economía consciente?

Ojo de Sol, re-inicio. Reencuentro de la primera generación de Bionautas. Inicio de la tercera parte del viaje: relacionado con hacer, crear y conectar el talento con lo que el mundo necesita.

Javier Goikoetxea, una de las escasas personas especializadas en auditar organizaciones según la Economía del Bien Común, desgranó nuevos modelos económicos que están surgiendo (Economía Circular, del Bien Común, Social y Solidaria, Feminista, de la Felicidad, Verde, Naranja, Azul, de la Funcionalidad, Colaborativa, Procomún, Comercio Justo, Decrecimiento, B-Corp, Ciudades en Transición, Banca en Valores) y sus valores: dignidad humana, justicia social, solidaridad, cuidado ambiental, transparencia y participación democrática.

Un Balance del Bien Común permite a cualquier organización saber cómo está posicionada en cuando a los retos futuros para la supervivencia -también la suya- y, por tanto, le muestra cómo y en qué aspectos puede mejorar.

Vino a vernos “Dios”, encarnado en Mariano, compañero y bionauta, que nos desveló, cómo el sistema bancario puede crear hasta 10 veces la cantidad de dinero que depositamos en él. ¡Milagro!

Y cómo en 2011, tras la crisis financiera, se reformó -sin referéndum en 24 h.- la Constitución Española. El artículo 135.3 reformado: «Los créditos para satisfacer los intereses y el capital de la deuda pública de las Administraciones se entenderán siempre incluidos en el estado de gastos de sus presupuestos y su pago gozará de prioridad absoluta «, (en negrita, parte de lo que se agregó). Esto significa que el pago de la deuda es prioritario a la construcción de un hospital.

El domingo: Gira de Experiencias. En Agricología. José Manuel Bisetto: nos mostraron huertos, bosque de alimentos, aula de naturaleza bio-construida con “cañas y barro”, “Ecoescoles”, proyecto de comedores escolares ecológicos y “Biomoscatell”. Después, al Mercat del Riurau de Jesús Pobre: ​​Joan A. Costa nos contó su origen, cómo potenciar la economía local y la recuperación de variedades de trigo autóctonas casi perdidas, algo muy interesante en un previsible contexto de energía cara y escasa porque re -localiza la producción de trigo y harina sin dependencia de combustibles fósiles.

Un fin de semana inspirador de verdad. ¡Ojo de Sol sigue adelante!