Ojo de Sol
Ojo de Sol es una formación de 10 fines de semanas, pero también es un viaje hacia la vida. Por eso, a las personas que participan en Ojo de Sol las llamamos bionautas. Un viaje hacia tu interior, pero también un viaje para conocer cómo funciona el mundo a tu alrededor. Un viaje para descubrir qué tiene la vida para ofrecerte y qué puedes ofrecerle tú a la vida.
Ojo de Sol es un viaje a través de la ciencia y de la conciencia, de la materia y del espíritu, de la sabiduría ancestral y de la inteligencia de Gaia, de la inteligencia colectiva y de la permacultura, de la economía del obsequio y del servicio a los demás. Todo ello acompañado de actividades transversales como el trabajo personal y colectivo con el teatro, el trabajo de cuidar la tierra, dinámicas grupales para aprender a trabajar colaborando y otras herramientas para tu desarrollo personal.
Ojo de Sol es un viaje sagrado al corazón del planeta y al tuyo propio, un viaje arraigado en lo concreto y orientado a la creación y ejecución de una acción grupal positiva concreta para ti, para el entorno social más inmediato y para el conjunto del planeta.
Ojo de Sol es una formación singular, única, irrepetible. Una experiencia transformadora.
¿Por qué existe?
Ojo de Sol nace porque nos lo dicta el corazón. Es una manera más en la que creemos que podemos contribuir al “mundo más hermoso que nuestro corazón sabe que es posible”, en palabras de Charles Eisenstein.

Ojo de Sol nace porque ahora es el momento.
Estamos viviendo un tiempo en el que la convergencia de diversas crisis (ecológica, económica, relacional,…) requiere una visión distinta del mundo, del ser humano y del papel que deben interpretar conjuntamente. Vemos claro que el planeta necesita personas deseosas de aportar sus talentos a la co-creación de un mundo distinto en colaboración con otros seres humanos con plena consciencia de nuestras acciones y sus efectos sobre la humanidad y el resto del ecosistema.
Ojo de Sol nace porque (tras 20 años de experiencia en educación auto-dirigida) vemos la necesidad de dar un paso más para acompañar a las personas hacia el mundo adulto consciente, impregnando ese proceso de auténticos valores humanos y de una visión sistémica, profunda y conectada con la biosfera. Y así descubrir, juntos, nuevas maneras de ser y estar en el mundo, de aportar y recibir, de vivir y de aceptar.
Ojo de Sol nace porque queremos ser parte, testigos y actores de la transformación de nuestra civilización. Muchos pequeños cambios con una intención consciente afín pueden provocar un macrocambio cultural. ¿Quieres que tu vida sea parte de esta intención de transformación?
La Historia
Hace más de dos décadas soñamos un lugar en el que niñas/os y jóvenes entre 4 y 18 años pudieran ser dueñas/os de su propia ruta de aprendizaje vital y, así, diseñar -de manera autoorganizada- su propio camino de aprendizaje.
Este sueño es ojo de agua-ambiente educativo, una innovación que está contribuyendo decisivamente a la transformación del paradigma en el ámbito de la educación.
Nos damos cuenta de la necesidad de que la siguiente generación aborde la edad adulta con una visión sintonizada con el nuevo paradigma que las ciencias comienzan a perfilar.
Un paradigma post-materialista en el que:
- el universo no es materia inerte, sino un macro-organismo vivo, inteligente, del que formamos parte, con el que interactuamos y que responde a nuestras acciones,
- crear nuevas prácticas económicas y sociales coherentes,
- nuestra identidad no está limitada a las aparentes fronteras de nuestro cuerpo físico,
- cada ser vivo, cada objeto que conforma el mundo, por pequeño que sea, es considerado sagrado y, por tanto, de infinito valor. En un paradigma con una visión tal, la basura y el desecho no existen.
En todas las culturas ancestrales el paso a la etapa adulta es un momento clave en la vida. Los ritos de paso son buena prueba de ello. Ojo de Sol es un viaje de transformación en el que descubrir quién eres, dónde vives y qué puedes ofrecer para contribuir a co-crear un mundo mejor.
Los principios

Equilibrio entre sentir, pensar y hacer
Desarrollar la inteligencia es importante. No lo es menos desarrollar la sensibilidad. De la conjunción de ambas – inteligencia y sensibilidad – puede emerger una acción útil y funcional, al tiempo que positiva para todos .
El corazón es la brújula que marca el norte de tu vida. En colaboración con él, deben estar la razón y la acción.
Orientado a la acción
El proceso que vas a vivir en Ojo de Sol culmina con un proyecto concreto a desarrollar en grupo y que beneficie al ecosistema en general o al ecosistema social en particular.
Todo ello, como agradecimiento por la oportunidad de haber podido compartir juntos este proceso.


Economía del obsequio
La vida es un regalo. No es nuestra. No hicimos nada para conseguirla. Desde que nacimos, recibimos.
La vida es recibir; pero también, dar.
Experimentar el placer de dar, nos permite entender verdaderamente el valor de los dones que nos han sido dados.
La naturaleza como centro de la acción
Como civilización hemos perdido una gran parte de nuestro sentido de pertenencia a la naturaleza.
Recuperar la conexión con la tierra, cultivar el alimento, cuidar del ecosistema, sumergirnos en la naturaleza.
Ella es la maestra más sabia a la que podemos acudir. Aprender a escucharla, aprender a entenderla, aprender a cuidarla.


Emergencia de inteligencia colectiva
Una de los rasgos de la complejidad es la emergencia de propiedades no presentes en las partes que componen un sistema.
Colaborar para encontrar nuevas herramientas y soluciones a los desafíos que se presentan es tarea imprescindible en el complejo mundo que nos está tocando vivir.
¿Es para ti?
“Todos los seres anhelan expresar de manera exuberante su fuerza vital. Los pájaros cantan mucho más de lo necesario; los cachorros juegan mucho más de lo imprescindible; las frambuesas son más deliciosas de lo que necesitan. Tú también anhelas expresar tus dones de manera mucho más hermosa de lo necesario para asegurar tu vida.”
(Charles Eisenstein)
- Eres adulto (18-99 años).
- Eres consciente de los desafíos globales. Tienes sentido de la importancia del momento que te toca vivir.
- Tienes una mente abierta a explorar y aprender sin prejuicios.
- Estás buscando cómo aportar al mundo lo mejor.
- Deseas crear un cambio positivo para ti, para los demás y para el mundo.
- Sientes que hay una profunda conexión en tu interior que te liga a la vida y la naturaleza.